Recuperación del museo

El museo llegó a poseer una colección de unas 1.500 figuras

Por una serie de causas, muchas de ellas fortuitas, no se tienen datos precisos antes de los años 1940, pues gran parte de la documentación desapareció el 19 de Noviembre de 1936, cuando una bomba de la aviación cae sobre el edicio de la Diputación Provincial. Tras la Guerra Civil, el Museo Olavide continúa su actividad  aunque ya, más debilitada. Hasta su cierre, estuvo abierto al público los domingos.

Las escasas noticias sobre el cierre del Museo Olavide nos llegan desde un artículo del periódico ABC, donde el periodista Pedro Crespo entrevista a Rafael López Álvarez, que se encuentra dirigiendo el embalaje de las figuras de cera en unas cajas.

Entre los años 1960 hasta su cierre (a finales de 1967 o principios de 1968), el museo languidece lentamente y su existencia es casi desconocida para los propios dermatólogos, periodo en el que casi no se le hace referencia. La investigación de este episodio de nuestra historia, se complica aun más cuando se derriba el Hospital de San Juan de Dios y comienzan las obras de la Ciudad Sanitaria Francisco Franco, actualmente conocido como Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Antes del derribo, Rafael López Álvaraz, el último cero-escultor, se encarga de embalar los modelados en más de 200 cajas, que serían depositadas posteriormente en un lugar desconocido.

Sala del Museo Olavide (1930. Fotografía procedente del Archivo General de la Administración)

Existen informes y reportajes periodísticos que indican que el museo llegó a poseer una colección de unas 1.500 figuras, aunque no se sabe si estuvieron todas expuestas. En su última etapa, apenas se exponían una selección de 300 obras.

A partir del momento del cierre del museo, las figuras, junto con su documentación, comienzan un largo peregrinaje hasta nuestros días. Se pueden documentar más de 4 lugares distintos donde la Diputación Provincial, hoy la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, ha estado localizada, por lo que la documentación histórica de esta colección se encuentra perdida o dispersa y es súmamente difícil de localizar.

Durante más de 40 años estas cajas permanecieron prácticamente abandonadas, en un edicio anexo al Hospital Francisco Franco (actual Hospital Gregorio Marañón) en el lugar correspondiente a la antigua Consejería de Sanidad, contigua a la antigua maternidad. Se trataba de un edificio en mal estado, que no reunía las condiciones adecuadas para la conservación de los moulages. Con la edificación de la nueva maternidad en dicho lugar, las figuras vuelven a desaparecer.

A finales del los años 80 llega una petición a la Comunidad de Madrid para poder retratar unas figuras existentes en el antiguo Hospital de San Juan de Dios, con el fin de realizar la tesis “Contribución al estudio de D. José Eugenio de Olavide y su obra”, de Jaime José Padrón Lleo, dirigida por el Prof. Joaquín Calap Calatayud. Entonces, don Carlos Gasca Ferré, Jefe del Servicio del Patrimonio y Asuntos Generales del Servicio Madrileño de Salud, localiza las cajas almacenadas en las dependencias de la Comunidad de Madrid.

Pero no es hasta diciembre del año 2005 cuando se realiza el verdadero hallazgo: más de 120 cajas  de madera fueron encontradas en el los sótanos del Hospital Niño Jesús, en unas naves en mal estado que iban a ser derruidas.

A partir de ese momento la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), se encarga de la puesta en marcha del Proyecto de Rescate y Patrimonialización  para dar de nuevo vida al Museo Olavide

"La localización y restauración de las figuras existentes en el Museo Olavide ha sido una asignatura pendiente para los dermatólogos durante los últimos 50 años. Muchos no llegamos a conocer dicho museo. Algunos, ya jubilados, lo recuerdan vagamente como el lugar donde se podían observar figuras de cera almacenadas dentro de unas vitrinas acristaladas; pero todos sabíamos, por lo que relataban nuestros maestros, de la existencia de tan maravillosa colección de modelados de cera, con un inestimable valor sentimental, histórico y crematístico."

Cajas recuperadas del Museo Olavide