Nació en Madrid en 1855. Castelo supone la transición, su posición es intermedia entre Bombín y Azúa.
D. Fernando Castelo fue uno de los pocos médicos, que con Olavide y su padre, empezaron a establecer contacto con sus colegas extranjeros, asistiendo a los congresos internacionales y aportando a estas reuniones trabajos de verdadero interés. Viajó a Frankfurt para estudiar la terapéutica de Salvarsán adquiriendo gran experiencia acerca de la medicación salvarsánica, que completó después en su clínica y aportando sus trabajos a Actas Dermosifilográficas.
También se distinguió notablemente como escritor médico, escribiendo numerosos artículos de los que se pueden citar: “Úlcera venérea”, “Fungus sifilítico del testículo”, “Transmisión de la sífilis por la lactancia”, “Prostatitis blenorrágica”, “Herpes genital y su diagnóstico diferencial con varias afecciones”, “Fiebre sifilítica”, “Tifosis sifilítica” y otros como “Estrecheces uretrales”, “Ureotromía interna”, “Cateterismo retrógrado de la uretra, “Punción suprapúbica de la vejiga de la orina”, “Infiltración de orina y abscesos urinosos”, etc. así como otros ajenos a la especialidad y los puramente literarios.
Hombre bondadoso, que después de los achaques de la edad y de los sufrimientos de una dolencia crónica, le aislaron de los medios científicos; no sin antes llegar a ocupar el cargo de Decano de la Beneficiencia Provincial. Muere en Madrid, el 5 de Mayo de 1935.
Nació en Madrid en 1855. Castelo supone la transición, su posición es intermedia entre Bombín y Azúa.
D. Fernando Castelo fue uno de los pocos médicos, que con Olavide y su padre, empezaron a establecer contacto con sus colegas extranjeros, asistiendo a los congresos internacionales y aportando a estas reuniones trabajos de verdadero interés. Viajó a Frankfurt para estudiar la terapéutica de Salvarsán adquiriendo gran experiencia acerca de la medicación salvarsánica, que completó después en su clínica y aportando sus trabajos a Actas Dermosifilográficas.
También se distinguió notablemente como escritor médico, escribiendo numerosos artículos de los que se pueden citar: “Úlcera venérea”, “Fungus sifilítico del testículo”, “Transmisión de la sífilis por la lactancia”, “Prostatitis blenorrágica”, “Herpes genital y su diagnóstico diferencial con varias afecciones”, “Fiebre sifilítica”, “Tifosis sifilítica” y otros como “Estrecheces uretrales”, “Ureotromía interna”, “Cateterismo retrógrado de la uretra, “Punción suprapúbica de la vejiga de la orina”, “Infiltración de orina y abscesos urinosos”, etc. así como otros ajenos a la especialidad y los puramente literarios.
Hombre bondadoso, que después de los achaques de la edad y de los sufrimientos de una dolencia crónica, le aislaron de los medios científicos; no sin antes llegar a ocupar el cargo de Decano de la Beneficiencia Provincial. Muere en Madrid, el 5 de Mayo de 1935.